Tensión al máximo por el programa nuclear de Irán.
La cosa está tensa entre Israel e Irán. Israel ha estado bombardeando instalaciones nucleares iraníes clave, como las de Natanz, Fordo e Isfahán. El objetivo de Israel es frenar el programa nuclear de Irán, porque temen que fabriquen una bomba atómica. Irán, por su lado, niega que busque armas y dice que su programa es para fines pacíficos, aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dirigido por Rafael Grossi, confirma que están enriqueciendo uranio a niveles muy altos, cercanos al necesario para un arma. Los expertos creen que, aunque los ataques causen daño, es poco probable que destruyan por completo el programa iraní porque el conocimiento técnico ya lo tienen y algunas instalaciones, como Fordo, están muy protegidas bajo montañas.
En medio de todo esto, Estados Unidos está evaluando si se involucra. El presidente Donald Trump ha dicho que podría ordenar ataques e incluso exigió la “rendición incondicional” de Irán, aunque también quiere evitar una guerra mayor. Curiosamente, la directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, informó que Irán no está actualmente construyendo un arma nuclear, una visión que parece chocar con la de Trump, quien cree que están “muy cerca”. El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, ya lanzó una advertencia clara: si EE.UU. interviene militarmente, sufrirá un “daño irreparable”.