Revelan cómo escapó el sicario y que ya tenía antecedentes en Chile.
Hoy se confirmó oficialmente que el sicario venezolano, Alberto Carlos Mejía, se fugó del país. Los nuevos antecedentes revelan que, tras ser liberado, viajó en bus a Arica y cruzó a Perú por un paso no habilitado. Un taxista que lo trasladó al final de su trayecto aseguró que la frontera es muy vulnerable y que “llegar y salir del país es súper fácil”. Para peor, la cosa no termina ahí: se descubrió que ya había sido detenido dos veces antes como menor de edad, pero nunca se le tomaron las huellas dactilares. Por eso nadie conectó su verdadera identidad con la falsa que usó.
Como reacción a este desastre, el fiscal nacional Ángel Valencia ordenó a Gendarmería hacer un catastro completo de todos los reos extranjeros que están en las cárceles. El objetivo es verificar sus identidades y asegurarse de que no haya otros delincuentes usando nombres falsos para evadir a la justicia. Mientras tanto, el ministro de Seguridad, Luis Cordero, reconoció que el sicario contaba con una red de apoyo que le facilitó todo el escape hacia el norte del país, demostrando que no actuó solo.