Valparaíso enfrenta cierre de negocios por inseguridad y sensación de abandono.
Una vidriería con mucha historia en Valparaíso, la Scheggia, que llevaba casi 100 años en la calle Victoria, tuvo que cerrar sus puertas. El gerente de la empresa, Gonzalo Román, explicó que la principal razón fue la inseguridad que se vive en la ciudad y porque las ventas habían bajado mucho. Sin embargo, Laura Espinoza, quien lidera la asociación de comerciantes de ese mismo barrio, tiene otra opinión. Ella cree que el cierre de la vidriería se debe a problemas internos de la empresa y no a la delincuencia, afirmando que su zona es segura. El gerente de Scheggia también aclaró que la empresa no está quebrando, sino que se están reorganizando y seguirán funcionando en sus locales de Viña del Mar y Concón.
Pero el caso de la vidriería no es el único. Otro local conocido, el bar “El Irlandés”, también decidió cerrar por la delincuencia. Muchos comerciantes sienten que Valparaíso está abandonada y en decadencia. Esto se ve en la gran cantidad de locales vacíos, que según estudios superan el 20%, y en el aumento del comercio ambulante. Además, el vandalismo es un problema constante, incluso para locales recién arreglados. Las tiendas que siguen abiertas han tenido que gastar más dinero en protegerse. Algunos expertos comentan que este deterioro de Valparaíso viene de hace tiempo, en parte porque las reglas para conservar los edificios antiguos los hicieron poco prácticos para los negocios de hoy.