Una ola de violencia y delitos graves sacude al país.
La delincuencia se está volviendo cada vez más violenta. En los últimos días, se han registrado varias balaceras y homicidios en distintas partes del país. En Santiago, un padre y su hijo fueron asesinados a tiros en la puerta de su casa en La Florida. Muy cerca de ahí, en Recoleta, un tiroteo afuera de una discoteca dejó cuatro heridos graves. Pero esto no solo pasa en la capital. La situación se repite en Talcahuano y Valparaíso, donde también hubo asesinatos con armas de fuego. El patrón es claro: los ataques son cada vez más directos y con un alto poder de fuego, lo que muestra un preocupante aumento en la violencia.
Al mismo tiempo, han salido a la luz crímenes de otro tipo, pero igual de graves. Una pareja fue detenida por producir y distribuir pornografía infantil. Lo más terrible del caso es que la víctima era la propia hija de cinco años de la mujer. La PDI descubrió que la madre le tomaba fotos a la niña y las compartía con su pareja. Ambos quedaron en prisión preventiva. A esto se suma la expulsión de un cirujano colombiano que también guardaba material de este tipo, y que llevaba siete años en Chile con una orden de abandono pendiente por el mismo delito.