La política chilena se reordena para la carrera presidencial.
La victoria de Jeannette Jara, del Partido Comunista, en la primaria presidencial del oficialismo ha remecido el escenario político. Para intentar ganar más apoyo, está moderando su imagen y alejándose de los símbolos comunistas tradicionales. Esta estrategia ha sido apodada “descomunizarse” y busca atraer a votantes de centro. Sin embargo, la oposición de derecha aprovecha su militancia para calificarla como una candidata extrema y un riesgo para el país, generando un ambiente muy polarizado.
Este nuevo escenario está generando tensiones en todos los sectores. La Democracia Cristiana, un partido de centro, está dividida y no sabe si apoyar a Jara o buscar otra alternativa. Incluso dentro de los partidos de gobierno hay conflictos. Por ejemplo, en el Partido Socialista, el diputado Jaime Naranjo fue expulsado de su bancada. Él acusa que la presidenta del partido, Paulina Vodanovic, lo sacó porque ambos quieren competir por el mismo puesto de senador. El partido, en cambio, asegura que es incompatible tenerlo en sus filas si va a competir contra ellos.