La condena de Boric a EE.UU. que dividió a Chile.
El Presidente Gabriel Boric condenó un reciente ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán. Su rechazo fue inmediato y lo publicó en sus redes sociales, afirmando que atacar estos lugares viola el derecho internacional, sin importar si el responsable es una superpotencia. Esta rápida reacción generó un intenso debate político, especialmente porque tuvo una pequeña imprecisión al hablar de “centrales” en vez de “instalaciones”. Frente a las críticas que lo tildaban de “apresurado”, Boric se defendió diciendo que “los principios nunca son apresurados”.
Su postura dividió al mundo político. Por un lado, la oposición lo calificó de “irresponsable”, argumentando que pone en riesgo la relación con un socio clave como Estados Unidos. Por otro, su gobierno, liderado por el canciller Alberto Van Klaveren, lo respaldó. Explicaron que es una posición de principios que Chile ha mantenido históricamente, como cuando el expresidente Ricardo Lagos se opuso a la invasión de Irak en 2003. Incluso dentro del oficialismo hubo matices, aunque en general se alinearon con la defensa de la diplomacia sobre la fuerza.