La apertura del nuevo estadio de la UC está en duda.
El nuevo estadio de la Universidad Católica, llamado Claro Arena, tenía programada su inauguración para un partido a fines de julio. Sin embargo, su apertura está en riesgo porque le faltan permisos clave para poder funcionar. El problema principal es que no cumple con los requisitos de la municipalidad de Las Condes, la comuna donde se ubica. Al inspeccionarlo, las autoridades se dieron cuenta de que el club no tiene todos los estacionamientos que prometió en el lugar, y los que tiene disponibles a través de un acuerdo con una universidad cercana no están bien justificados en los papeles.
Sin esta aprobación, el estadio no puede abrir. Esto no solo complica el partido de fútbol, sino que también pone en peligro varios conciertos de artistas internacionales que ya están agendados y con entradas vendidas. Si el club no logra abrir a tiempo, podría enfrentar multas millonarias por no cumplir con los contratos de estos shows. La solución podría ser abrir con menos público del total o simplemente retrasar la inauguración hasta que todos los permisos estén en orden. Por ahora, todo indica que la apertura se podría retrasar al menos hasta agosto.