Estados Unidos y China intentan calmar su guerra comercial.
Estados Unidos y China se juntaron en Suiza para conversar sobre la tremenda pelea comercial que tienen. Todo esto empezó cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió ponerle impuestos altísimos, de hasta un 145%, a muchos productos que llegaban desde China. Como era de esperar, China respondió de la misma forma, aplicando también impuestos muy elevados, de un 125%, a los productos estadounidenses. Ahora, después de dos días de negociaciones, parece que quieren bajar un poco la tensión. Representantes de ambos países, como el Secretario del Tesoro Scott Bessent por Estados Unidos y el viceprimer ministro He Lifeng por China, anunciaron que lograron “avances sustanciales”.
El principal objetivo de Estados Unidos es que China compre más productos suyos y así poder reducir la gran diferencia que tienen en su comercio, donde Estados Unidos importa mucho más de lo que exporta a China. Buscan que China baje sus impuestos y abra más su mercado. Incluso, el presidente Trump sugirió que podría reducir los impuestos a China a un 80%. Pero esto no es tan simple. China insiste en que Estados Unidos debe ser el primero en bajar los impuestos. Por su parte, Estados Unidos ha dejado claro que no va a reducir sus impuestos unilateralmente si China no hace concesiones también. Aunque hay cierto optimismo, los expertos dudan que las relaciones comerciales vuelvan a ser como antes y señalan que los impuestos, incluso con una rebaja, seguirían siendo muy altos para un comercio fluido.