Estados Unidos ataca a Irán y la tensión mundial aumenta.
La tensión en Medio Oriente subió al máximo. Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, se metió de lleno en el conflicto que ya existía entre Israel e Irán. Lanzó un ataque aéreo masivo contra tres instalaciones nucleares iraníes clave. El objetivo, según EE. UU., era destruir la capacidad de Irán para fabricar una bomba atómica. Desde Washington afirman que la operación fue un éxito y que las ambiciones nucleares de Irán fueron eliminadas, aunque esto es difícil de confirmar.
Como era de esperar, la respuesta no tardó. Irán condenó el ataque, prometió vengarse de Estados Unidos y, como primera medida, lanzó misiles contra Israel. Además, el parlamento iraní está considerando cerrar el estrecho de Ormuz, un paso marítimo por donde pasa una quinta parte del petróleo del mundo, lo que podría causar una crisis económica global. La comunidad internacional está dividida: mientras Israel celebró el ataque, potencias como Rusia y China lo condenaron duramente, acusando a EE. UU. de agravar el conflicto. El mundo está en alerta máxima, esperando ver cuál será el próximo movimiento.