Chile enfrenta ajustes fiscales difíciles en los próximos años.
Expertos advierten que el país necesita recortar gastos públicos para cumplir con las metas económicas, pero esto no será fácil. Un organismo fiscal sugirió reducir el gasto en US$1.500 millones este año, ya que el déficit superó lo planeado. El problema viene de que los impuestos recaudados fueron menores a lo esperado, algo que según economistas ocurre por cambios en la economía postpandemia y la dificultad de predecir cómo crecerán los sectores.
Para ajustar, se necesitaría un acuerdo político amplio, algo complicado en año electoral. Algunos proponen congelar el crecimiento del empleo público o revisar programas que se repiten o no son prioritarios. Pero economistas como Pablo García advierten que cualquier recorte dolerá, especialmente si afecta áreas sensibles como salud o educación. Otros, como Cecilia Cifuentes, plantean hacer el gasto más eficiente en vez de solo recortar, por ejemplo, combatiendo evasión en transporte o licencias médicas fraudulentas.
La próxima administración heredará un escenario ajustado, sin margen para nuevos gastos sin reformas. Aunque hay ideas, como reducir ministerios o fusionar programas, el desafío es evitar que el ajuste afecte a la ciudadanía. El mensaje es claro: sin cambios profundos y acuerdos entre sectores, Chile podría enfrentar problemas mayores en su estabilidad económica.